domingo, 5 de diciembre de 2010

Una tarde pasada por buena música


Ayer domingo me dí un pastel pasado por buena música, pues sí en la Biblioteca Virgilio Barco de la ciudad de Bogotá todos los domingos por espacio de una hora se reúnen músicos de todos los géneros musicales a deleitar a propios y a extraños con pinceladas de música de todos los tiempos y ayer no fué la excepción.

Me fui como todos los domingos a oír a un cuarteto de la sinfónica juvenil de Bogotá interpretando por tan solo una hora y quince minutos obras de Bethoven, Mozart, Bizet, Vivaldi e incluso del maestro Cristancho un pasillo y de Petronio Alvarez Mi Buenaventura.

Buena tarde, un poco fría, pero con el deleite de la buena música y yo estaba entre los afortunados que gocé de tal manjar al oído.