jueves, 14 de febrero de 2013

¿Qué siente el cerebro cuando se enamora?

El amor no es nada nuevo, es uno de los sentimientos más primitivo de la naturaleza, una tradición que viene de nuestros antepasados, igual que nosotros.

 
Buscar una explicación de lo que sentimos cuando estamos enamorados es bastante complicado, y tener una respuesta le restaría -en mi opinión- encanto al amor. Sin embargo, hay una teoría que, supuestamente, tiene algunas respuesta respecto a lo que pasa por el cerebro cuando una persona se enamora. Los síntomas más comunes del enamoramiento son: la sensación de pensar en ese ser todo el día, sentir felicidad absoluta, creer que somos indestructibles y que nada en el mundo podría detenernos, solo por nombrar algunas.

Lo anterior, la química lo reduce en dopamina, serotonina y oxitocina.  La dopamina tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la motricidad, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.

La serotonina como neurotransmisor interviene en la inhibición de la ira, la agresión, el humor, el sueño, el apetito y la sexualidad; y en esta última tiene un papel muy importante, ya que la serotonina se establece según la cantidad de luz que recibe el cuerpo, lo que conlleva un aumento del bienestar y la felicidad y por ende mayor estímulo sexual. No por nada se le llama la ‘hormona del placer’.

La oxitocina es llamada la ‘hormona del amor’ porque está relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal. Cuando alguien se enamora, el cerebro libera grandes cantidades oxitocina, en algunas partes es llamada la ‘hormona de la fidelidad’, ya que mantiene el interés en la pareja.

Explicar uno a uno los componentes que se activan en el cerebro podría terminar en una lista sin fin de procesos, sin embargo, estos tres componentes son los responsables de ese gran misterio que es el amor. ‘ASAP science’ publicó un video en YouTube en el cual explica de una forma más didáctica estos procesos; para aquellos que les interesa solo den reproducir y listo.


miércoles, 13 de febrero de 2013

Mi periódico en Internet

Yo siempre quise tener un peródico y gracias a la tecnología lo puedo ver en línea porque cada vez que se actualiza me llega un mensaje con las últimas noticias de la actualidad mudial.

Para ver el periódico en línea, haga click en la imágen


lunes, 11 de febrero de 2013

Niñas malas que son las buenas

Estas frase de cajón es una realidad pero aunque no lo crea, no me toca, porque en 54 años que me acompañan nunca he estado ni con una prostituta en serio, ni en su hogar natural, ' un prostíbulo', cuando salió este artículo en ViveIn lo leí porque para mí el tema aunque siempre ha sido esquivo, gracias a que en mi vida he tenido otras opciones afortunadamente. 


Lo leí por curiosidad, lo leí porque en cierta forma eso que para mí siempre ha sido una especie de mito, para algunos amigos es la forma de divertirse con una mujer, incluso he conversado con amigos que dicen que les es más fácil hablar con una prostituta que con una mujer 'decente' en un bar.


Porque en los bares de la ciudad hay mujeres que aunque no son prostitutas abiertamente, terminan dándolo gratis aunque al final te cobren de alguna forma. Digo que en mi vida no ha existido la urgencia de estar con una prostituta porque no me nace, no es mi forma de ser, no me lo enseñaron en mi casa, aunque lo digo abiertamente, la primera relación la tuve con una prostituta pero la busqué en un burdel, porque a decir verdad, esos sitios me parecen grises, como oscuros, como llenos de hipocrecía, donde va gente a refugiarse y a calmar las penas y los amores.


Digamos que me moriré sin ir a un prostíbulo a buscar a una mujer para tener un momento de placer fingido ni de sexo por dinero. Y mucho menos viendo estos precios tan altos.

 

Mejor dicho ahora los que no salen de un prostíbulo, no solo tienen que trabajar para pagar los altos costos de los intereses que produce una tarjeta de crédito sino que tienen que sacar para la rumba y para la moza.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Bernardo R., no sólo fue un amigo más que me abandona

Cuando los amigos se van, fue un artículo que escribir hace mucho tiempo porque me avisaron de la muerte de un amigo de toda la vida, y quise inmortalizarlo con mis palabras. Como es obvio en ese tiempo no había internet pero lo tenía guardado en mis archivos personales, en un dvd que algún día desempolvé buscando otro archivo personal que necesitaba con urgencia. Cuando cree mis blog en google decidí por si mismo que esa crónica tenía que hacer parte de una parte de mi vida y me prometí a mí mismo que cuando muriera uno de mis amigos o los amigos de mis padres que generacionalmente fueron amigos míos, le daría una copia de ese escrito a sus familiares más cercanos. Lo tenía en stand by y jamás pensé que tan pronto tendría que utilizarlo en una persona conocido pero ayer tuve que imprimirlo y volverlo a regalar, ayer murió uno de los amigos más queridos de mis padres, Bernardo R., que al pasar los años su amistad pasó de generación en generación y que yo recuerdo con especial cariño, porque también lo considero como un amigo, no solo porque cuando murió mi padre por allá en el 85's se me acercó y sin vacilar me dijo: Carlos, cuenta conmigo para lo que necesites y yo le dije: muchas gracias, Bernardo R. 

Esas palabras hicieron eco en mi sentir, a tal punto que este señor que no tiene mis apellidos y que no lo considero como un desconocido, me ayudó a conseguir el primer empleo, en Almadelco me acuerdo como si fuera ayer, mi padre aún vivía pero sin embargo, él me colaboró a mi formación incluso profesional. También el segundo empleo en unas vacaciones me dijo que si iba a salir de viaje, le dije que con mi familia había unos planes de salir de paseo, pero fue tan chévere ese trabajo que preferí mejor trabajar en esas vacaciones decembrinas que pasear con mi familia. Mi trabajo consistía en  repartir anchetas, pero no solo es ir y llevar (ese trabajo me enseñó que la gente por más humilde que sea y del trabajo lo más simple que sea, es valioso para cada uno), pero de todo esto, lo mejor era armarlas, nos reuníamos varios 'muchachos' de mi edad y otros de diferentes edades en una bodega de la zona industrial y armábamos las anchetas, luego se la pasábamos a otra persona que le colocaba el celofán y el moño, más tarde salíamos por toda la ciudad a repartir anchetas provenientes de clientes de grandes empresas y bancos de la ciudad. Este otro trabajo también me lo consiguió Bernardo R. 

Si me pusiera a enumerar en este mi blog, todas las veces que este personaje de mi vida me consiguió una forma de ganarme la vida, faltarían entradas para poder describir lo buen ser humano que fué para mí. Gracias a toda su ayuda, yo estudié ingeniería industrial, porque todo lo que tenía que ver con Bernardo R., tenía que ver con la industria, claro trabajaba para una empresa que tenía que ver con la industria y el comercio.

El verlo partir el día de ayer 05 de febrero de 2013, fue para mí doloroso, me contuve y saqué fuerzas de no se que parte de mi ser para no desgajar en lágrimas, pero no porque me haya sido parte de mi vida laboral sino porque aparte de haber sido amigo de mis padres, fue amigo mío en momentos difíciles de la vida y siempre lo recordaré con mucha nostalgia. Buenos consejos, buenas conversaciones cuando nos encontrábamos en reuniones familiares, en fín, lo repito, verlo partir me dió tan duro como el día que ví partir a mis padres.

Ayer en la iglesia lloré por dentro, no fuí capaz de llorar en frente de toda esa gente, me contuve hasta más no poder, en la tarde estuve donde una hermana y tampoco fuí capaz de llorar allí, ni si quiera tuve fuerzas para un comentario, mi hermana y yo hablamos un poco del momento, pero cortamos el tema... Pero cuando llegué a casa se me vinieron las lágrimas, todo ese esfuerzo que hice en la sala de velación, en la iglesia, en casa de mi hermana, pudo conmigo y me importó un bledo el hecho de ser hombre y no llorar (porque desde chiquito me han repetido... bua... los hombres no lloran) pero pudo más mis sentimientos que el hecho de ser hombre y no llorar por pena, pero me importó, me importó por haber perdido una parte importante de mi vida, vida que algún día perderé, pero será en otra ocasión.

Antes de la misa, unas palabras de Diana su única hija y sus nietas, palabras leídas de un hombre que fue más que un padre, más que un abuelo, más que un amigo... palabras que dejó de legado a sus familiares y que aunque no lo crean yo también sentí propias, porque eso era Bernardo R. una persona sencilla, jovial, leal, amigo, compañero, una persona con grandes valores, una persona con muchas actitudes hacia los demás, con una familia muy bonita y con unos hijos y nietas ejemplares. Luego en la misa al final unas palabras de una de sus nietas, una carta de despedida, muy emotiva y llena de mucho cariño y de mucho respeto a la persona que los hacía reír, con quien compartieron los mejores y más hermosos momentos de la vida, al abuelo, al amigo.

Al final de la misa me dirigí hacia su hija Diana y le entregué mis palabras y en tono suave, le dije, escribí algo para tí...

No fuí capaz de asistir a la cremación, eso me dá duro, no lo resisto y me recuerda a otros que se han ido... siempre he pensado que esos momentos en que la vida se vá en cenizas son momentos muy familiares, muy personales, son momentos tan íntimos como la vida misma.

Con especial aprecio y cariño para Bernardo R.