Cuando supe de supe de su existencia en cierta forma me hice a la idea que los iba a tener por siempre, pero siempre sucede lo contrario cuando uno más quiere de alguna forma a una persona aunque lejos esté y probablemente nunca lo vió de cerca, es cuando más falta hace. Es el caso de Farrah Fawceth y Michael Jackson.
La primera que me abandonó por así decirlo fue la mona, una rubia espectacular que impuso una moda por cierto por esas épocas en que la serie los Angeles de Charlie estaba en boga por los años 80's, talvés principios de los 90's. Una rubia natural, de una cara preciosa, de una figura natural, en ese tiempo no se usaba ni la cirugía como en esta época ni mucho menos las tetas de silicona. Farrah fue un mito en los EEUU, en Colombia como siempre fue furor y en el mundo entero fué un ídolo de grandes y chicos. Farrah nos abondonó víctima de un cáncer que la consumió hasta más no poder.
Michael Jackson, todo un mito, el Rey del Pop como se le conoció en el mundo del rock. Para recordar un poco el también al igual que Farrah nació en 1958, con una infancia muy corta pues desde los cinco años se hizo cantante.El primer álbum de Michael, titulado Got to Be There (1971), lo consagró como artista en solitario. Tras abandonar el grupo familiar, representó el papel de Espantapájaros en la película musical El mago (1978, de Sidney Lumet) y grabó el disco Off the Wall (1979), que incluía varias composiciones suyas. El disco Thriller (1982) ganó ocho premios Grammy y se convirtió en el álbum más vendido de la historia hasta ese momento.
Compuso, junto a Lionel Richie, la canción “We Are the World” (1985), tema que interpretó un grupo de más de cuarenta cantantes famosos; todos los beneficios obtenidos por las ventas del disco y del vídeo se donaron a organizaciones implicadas en la lucha contra el hambre. El disco Bad (1987), así como el sencillo que le dio nombre y el vídeo de la canción, se convirtieron en super-ventas. Lo mismo ocurrió con Dangerous (1992) y con el tema “Remember the Time” (1992). Seis años después de Scream (1995) y Childhood (1995), volvió a la industria discográfica con Invincible (2001). En 1988 se publicó su autobiografía, Moonwalk.
Por mi parte siempre quise estar en un concierto de Michael Jackson, siempre tuve la esperanza de que un empresario lo trajera, tengan la plena seguridad que si eso se hubiera dado, tanto yo, como otros seguidores del monstruo de la canción hubieramos hecho hasta lo imposible por verlo en vivo y en directo, por lo menos yo le hubiese vendido hasta mi alma al mejor postor con tal de estar en un concierto de Michael.
Ahora será esperar cuando vendrá Maddona, porque ese concierto no me lo perderé.
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