El sábado pasado 27 de noviembre de 2010 cumplí un año más de vida, más exactamente 52. Esta vez mi cumpleaños fue bendecido por felicitaciones de mis hermanas que nunca fallan, algunos familiares y de amigos de toda la vida.
Como siempre me levante temprano, bueno no tan temprano yo diría a eso de las 9:00 am, tenía que ser así, porque era el día mío y porque no levantarse un poco más tarde. Saque los artículos de aseo y me tocaba afeitada, entré a ese baño con una pereza la berraca, me afeité y lo más berraco de todo el baño es tener que meter la cabeza en esa ducha de agua helada(como son las cosas ni si quiera el día de mi cumpleaños me bañé con agua caliente), claro que meter la cabeza en la ducha de agua helada es lo de menos, creo que meter el cuello, luego voltearse y meter el cuello y que esa agua baje por la espalda, eso si da mamera, da pereza pero toca porque ese es el fín del baño.
Luego el desayuno, pensé en ir al mismo sitio de siempre, pero no quería comer buñuelito y café en leche como para variar, además huevito frito, me fuí para una cafetería nueva, la cual he entrado pocas veces pero el dueño prepara unos buñuelos como pa' chuparse los dedos y había que cambiar de hábito. El desayuno diferente y muy rico.
Ahora el almuerzo, me dirigí a donde una de mis hermanas que me amenazó con darme almuerzo y allí fui a dar luego de 45 minutos de deambular por la ciudad. Llegué a su casa y esperé paciente la hora del almuerzo, el menú un arroz acompañado de carne de res, cerdo y pollo, el jugo de piña con una mezcla de yerbabuena, que delicia de almuerzo.
Llegó la hora de partir, me despedí de la familia y volví a mi casa, pero quería terminar el día con una buena comida, aunque mi hermana me facilitó las cosas me ofreció un entremes de comida, pero quería rematar con todas las de la ley, me tomé el tetero, me meti el chupo y a dormir como un lirón.
Este cumpleaños fue diferente pasado por algunas sorpresas familiares, amigos que se acercaron y los dos sobrinos de siempre que no me olvidan en esta fecha.
A mis hermanas, a mis familiares (los mismos de siempre) que nunca me olvidan, a mis primos (aunque lejos vivan), a mis amigas y amigos que siempre me recuerdan el paso de los años, a todos y cada uno solo les digo que muchas, pero muchas, pero muchas gracias por los detalles que tuvieron para conmigo el día de mis cumpleaños.