miércoles, 12 de septiembre de 2007

Escribir un poema 22

Escribir un poema 22

Me trajiste alegrías y esperanzas en un momento de incertidumbre, llegaste y llenaste el vacío, llenaste con tus besos, con tus caricias, fuiste la mujer que me enseñó el amor, me enseñó a comprender el dilema que tu misma creaste y que lo colocaste en este escrito: no sé si el amor se parece a ti o si tu te pareces al amor, pero si tengo muy claro es que tú eres la persona más especial e importante, eres mi amor.

Y no solamente fui tu amor, sino fui tu amante, tu confidente, tu amigo, tu compañero. Fui no sólo tu amante sino que los dos nos aventuramos a conocer los placeres terrenales, llegamos a los extremos y lo disfrutamos al máximo, vivimos juntos unos momentos inolvidables y que cada día recuerdo con cada vez más y más pasión, con cada vez más y más amor, con cada vez más y más deseo.

Fuiste la segunda mujer que elegí pero que otros no eligieron y eso nos separó, no se en donde fallamos, pero nos dejamos llevar por los que no entendieron el sentimiento que nos unía. Mujer deseada, sigues en mis pensamientos.



Carlos M. Rentería

Publicado en mi página de poemas http://www.geocities.com/carlosmrenteria/poemas.html
Publicado en la pagina web de Graciela María Casartelli Vida-Reflexion. Tu lugar para compartir, expresarte y sentir en la página http://vidareflexion.iespana.es/luna.htm

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah! persona amada, no importa cuál fue tu nombre ni cuándo llegaste a mi vida...sólo importa que tuviste la capacidad de abrir la puerta para que comprendiera la esencia del amor...y eso, eso no se repite...
Hermoso poema amigo Carlos, te felicito. Graciela María de Vida Reflexion

Anónimo dijo...

Nuevamente por tu hermoso blog, amigo Carlos...Esta vez para dejarte un poema que espero sea de tu agrado.


Un “1º de mayo” más…

Tras la rueca, los sueños…
Manos cansadas, sin destino;
la máquina, los crujidos, las agujas.

Otra habitación con tantos libros,
mensajes, e ideas atónitas de búsqueda.

Manos palmeando una espalda vieja,
un microscopio que no tiene descanso.

Ordenadores siempre encendidos,
calmando ansias, noticias y escritos.

Cuánto trabajo el hombre ha creado,
cuánto trabajo y tanto hambre injustificado.

Se irá la vida en las calles,
tratando de prevalecer,
en los más oscuros rincones.

El pecho de la madre y la sangre caliente,
el pan, la angustia y la muerte…

Para el “día del trabajador” 2008, con mucho cariño, Graciela María Casartelli, Unquillo, Sierras de Córdoba, Argentina.
http://webs.uolsinectis.com.ar/vida-reflexion