Un bocado de buena música que no se hizo esperar
El sabado 13 de marzo me di un coctel de buena musica con la Orquesta Filarmónica de Bogotá gracias a una cortesía de PlanB. Intenté invitar a mis familiares pero como siempre la respuesta es la misma: "... a mi no me ha llegado nada, no he abierto mi correo, yo no sabía... en fín" se han perdido de un bocado de buena música pues no es lo mismo un concierto en una plaza pública o en la sala de tu casa que un concierto en un escenario adaptado para eso como es la Sala León de Greiff de la Universidad Nacional. Que espectáculo tan majestuoso, tanto yo como mi acompañante femenina (y eso que le dije el mismo sábado casi a la hora de entrar al teatro) lo disfrutamos al máximo, además con un valor agregado un solista de nuestro país, un personaje que se fajó en su presentación y de ñapa nos regaló a todos los asistentes una mezcla de música colombiana con música clásica.
Luego el director de la orquesta, un italiano nos deleitó con un par de obras de gran talla y para rematar le hizo un sentido homenaje al maestro Jorge Villamil interpretando Luna Roja en compañía de toda la orquesta, la gente en general y entre ellos mi acompañante y yo no dejamos ir al Director sin antes nos regalara una última melodía y el tipo ha tomado uno de los clarinetes y ha tocado magistralmente el bolero Toda una vida acompañado igualmente por toda la orquesta.
Hasta se me olvidó que una semana atrás me había accidentado y tenía las manos raspadas, me importó pues el momento ameritaba un dechado de aplausos a los intérpretes y al director por su puesto.
Estos son los eventos que se pierden las personas por que la culpa fué de la vaca como dicen por ahí, más tarde le dirán a uno que... usted no invita a nada, usted no nos tiene en cuenta y otros descargos que al momento ni me acuerdo, pero yo si los disfrutaré al máximo.
Ahora estoy en la soledad de mi lugar de residencia oyendo Rapsodia en Blue sin acompañamiento para piano, solo con orquesta pero para serles franco la diferencia resalta, no es lo mismo en vivo y en directo con un pianista como Eduardo Rojas que interpretó la melodía con mucha sabiduría que oír en este momento la misma melodía interpretada por otro artista.
Fundación Amigos de la OFB
http://www.blogger.com/fundacionamigosofb@yahoo.com
Luego el director de la orquesta, un italiano nos deleitó con un par de obras de gran talla y para rematar le hizo un sentido homenaje al maestro Jorge Villamil interpretando Luna Roja en compañía de toda la orquesta, la gente en general y entre ellos mi acompañante y yo no dejamos ir al Director sin antes nos regalara una última melodía y el tipo ha tomado uno de los clarinetes y ha tocado magistralmente el bolero Toda una vida acompañado igualmente por toda la orquesta.
Hasta se me olvidó que una semana atrás me había accidentado y tenía las manos raspadas, me importó pues el momento ameritaba un dechado de aplausos a los intérpretes y al director por su puesto.
Estos son los eventos que se pierden las personas por que la culpa fué de la vaca como dicen por ahí, más tarde le dirán a uno que... usted no invita a nada, usted no nos tiene en cuenta y otros descargos que al momento ni me acuerdo, pero yo si los disfrutaré al máximo.
Ahora estoy en la soledad de mi lugar de residencia oyendo Rapsodia en Blue sin acompañamiento para piano, solo con orquesta pero para serles franco la diferencia resalta, no es lo mismo en vivo y en directo con un pianista como Eduardo Rojas que interpretó la melodía con mucha sabiduría que oír en este momento la misma melodía interpretada por otro artista.
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