miércoles, 21 de julio de 2010

Conmemoración Bicentenaria


Ayer martes 20 de julio estuve conmemorando 200 años del bicentenario de mi país. Estuve en la mañana viendo el desfile militar, que para ser honesto con mis lectores, que desorganización tanto en la llegada del público hacia la avenida 68, supuestamente salía de la calle 26, pero cuando bajaba por la calle 53 a unos pocos metros de la av(cra) 68, nos hicieron devolver y toda esa cantidad de gente revuelta con los militares de todas las fuerzas que se bajaban de los buses o de los helicópteros, íbamos y veníamos de un lado para otro sin rumbo, obviamente los militares si sabían para donde iban, pero nosotros su único público en ese instante, estábamos desorientados al igual que el tráfico que en la noche anterior según uno de los noticieros se tenía que desviar en la cra 50 y resultó desviándose en la vía del ferrocarril, como 6 cuadras abajo. Cuando me topé con la avenida 68 estaba entre la Cruz Roja y el ICBF, mucho más desordenado porque no habían colocado las famosas vallas para sostener la gente. Tan era la desorganización por parte de la logística del evento que si habían 100 policías no habían 200. Mejor dicho cada persona era la dueña y ama del par de ladrillos donde se estaba parado, en plena fiesta patria la gente se agarraban unos a otros, tanto hombres, mujeres y niños por el mejor puesto para ver el tan anhelado desfile.
Inicialmente estaba programado para empezar a las 9:00 am, luego dijeron que más tarde y terminó empezando pasadas las 10:00 am. Como siempre con helicópteros acompañados de bengalas y suspendiendo a militares de cada fuerza, que bonito espectáculo, luego pasaron los caídos en combate, más tarde un recorrido por las diferentes épocas de la historia reflejada en los uniformes de nuestros militares, pero todo esto conjugado con el cariño, el respeto y el amor que le tenemos unos y otros a nuestra armada, policía, fuerza aérea y ejército. Ese fue el ingrediente principal, eso lo ví tanto en hombres, mujeres y niños. Eso se notaba cuando pasaban unos y otros y la gente los animaba con vivas, con aplausos, a algunos se les brotaban las lágrimas de la emoción de ver a nuestros hombres, a quiénes nos defienden en las montañas, a quiénes nos protegen en cada vereda, municipio o ciudad, todos esos valores humanos que sacan la cara por nosotros mientras dormimos o nos levantamos a cumplir con nuestras labores matutinas.
Luego de terminar el desfile me enrumbé en el Parque Simón Bolívar, allí me encontré con poco más de 50 mil personas, gente de todo tipo, pero eso sí la logística como chimba, no había sitios para comer, ni mucho menos los tanques de agua de la empresa de acueducto que en estos eventos siempre está presente, esta vez no había nada, solo 2 sitios de comida y baterías de baños por cada costado del sitio del evento, mal organizada la cosa, para toda la gente que quería asistir. Empezó con Jorge Celedón, luego el Cumbión de Cereté, más tarde mi grupo Niche que arrancó su participación con Cali Pachanguero, luego la Sinfónica y la verdad no quise quedarme para el desarme del evento porque imagínense más de 50mil personas tratando de salir por 4 puertas, en fín, el caso es que participé de la celebración muy a mi modo, claro está como siempre mis acompañantes del desfile militar no me acompañaron en el concierto, pero eso es normal pues a esos despelotes de gente no a todos les gusta. Luego juicioso para la casa, aquí descansé un poco porque la plantoniada del desfile sumada a la saltadera del concierto me dejaron como un chupo.
Luego en la noche vi por tv el espectáculo en la Plaza de Bolívar porque recuerdo el día del no más farc (febrero de 2008) eso estaba a reventar y eso que toda la gente estábamos metidos dentro de la plaza y recordé, si en esa oportunidad eso estaba lleno de gente por todos lados, como sería con media plaza ocupada por escenarios por todos los lados más la gente, además a mi acompañante tampoco le sonaba la idea, como quien dice tocó verlo relajado desde la casa.
En fín, este momento histórico no se volverá a repetir por lo menos en esta vida, le tocará a mis nietos. Pero esta vez me lo gocé al máximo.

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