El diario ADN del día de hoy (octubre 22 de 2010) en su penúltima página trae un artículo lo más de interesante, dice que soñar con un ser fallecido tiene varias interpretaciones entre ellas ..."el temor de perder a las personas que nos rodean se puede reflejar en nuestro inconciente... Soñar con los seres queridos es señal de que nos hacen falta...".
Cuando yo sueño con mi madre es porque quiero que esté en el momento y si el sueño es cada vez repetitivo siento que al perderla físicamente no la he perdido espiritualmente, por esta razón una de mis frases cuando quiero referirme a mi madre, es "Alicia tu estarás no solo en mis en mis oraciones sino en mis pensamientos".
Muchas veces también he soñado con mi fallecido padre, pero he soñado con él de otra manera totalmente diferente, es decir, mis sueños con él, son sueños que fueron escenarios en vida y que los traigo a mi presente en forma en forma de sueño.
Todo esto para mí ha marcado en mi vida muchas cosas, la ausencia de los padres a veces pesa tanto en uno, que uno mismo no se alcanza a imaginar que pensarían ellos si tuvieran la fortuna de visitarlo a uno, al menos en sueños y verlo en la forma en que uno se pueda presentar ante ellos, que le dirían a uno, o que le diría uno a ellos.
En mi libro que titulé "Los Mejores Años de mi Vida" que como digo coloquialmente, saldrá al mercado familiar el día que yo no esté entre los vivos, relato en uno de sus capítulos las enseñanzas que afortunadamente me enseño mi padre y los buenos consejos en su momento de mi madre. Pero esos escritos no solo hacen remembranza a sucesos de mi pasado sino también a sueños de mi presente. Soñar con mis padres es para mí un momento de recogimiento, de regocijo, del amor que les tuve y del que me tuvieron.
Compartir con ellos los mejores años de mi vida para mí fue el inicío de toda una vida de experiencias que no se podrán olvidar.
También he soñado con amigos que se han ido, pero el sentimiento es diferente, pues el amigo, es el compañero, es la persona que te daría un consejo y te halaría las orejas cuando vayas en contra de lo normal, gracias a ese amigo es que me inspiré para crear el escrito que titulé "Cuando los amigos se van". Pero no solo por los amigos, sino por los familiares que algún día de mi vida me dieron alegrías y tristezas, me dieron la razón en mis juicios, me dieron la paz que aún contemplo.
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