Cada vez que está presente el festival de verano como preámbulo del cumpleaños de la ciudad de Bogotá donde he vivido en los últimos 8 años, me dá por ir los fines de semana a visitar parques y calles donde el festival está en pleno auge. Esta vez estuve en el Parque Metropolitano Simón Bolívar que es uno de los parques más emblemáticos de la ciudad no solo por la importancia que representa sino porque es hectáreas y hectáreas de vegetación, un lago enorme donde la gente cruza de lado a lado en lanchas que alquilan luego de hacer una interminable cola pero es como una obligación esas familias. Uno ve de todo y para todos los gustos en ese parque, hoy por ejemplo era un día especial porque había un concierto de música gozpel, mucha gente asistiendo al escenario para ver a diversos artistas de ése género de música. Yo no estuve en el concierto porque esa música no la entiendo y para ser franco no me gusta, me siento como en misa eterna y con la de la mañana creo que tengo y me vasto. Pero no solo fué el concierto, también hubo festival de porristas, aca en Bogotá y a nivel nacional hay clubes de niñas y niños que se divierten haciendo ejercicios con música, emulando a las películas americanas, buenas copias de gimnastas de todas las edades. También en el parque había playa, si playa de mentiras pero que para las personas que nunca han visto el mar ni lo van a ver es una utopía para todas esas personas, pero la ciudad y la alcaldía junto con la empresa privada le dan a ellos la ilusión de tener una playa reemplazando el mar con lago, pero playa al fín de al cabo.
Que clase de personas van al parque, a la playa, al lago, o a jugar futbol familiar, pues de todo tipo, uno ve dentro del parque a papá, mamá, suegra, tía, hijas e hijos, hasta el perro jugando futbol en familia, es como la diversión obligada de la familia colombiana, arman los equipos de futbol familias completas y juegan y se divierten en un domingo cualquiera, para eso está el parque, el parque es de todos y para todos. También en esta época es normal ver a la gente elevando cometas, pero no son 10, 20 o más, son miles de cometas en el firmamento, en esta época del año es tan usual como levantarse o acostarse, es el pan nuestro de cada día de agosto.
Hay cometas de todo tipo, de las que uno hace en la casa hasta las que son en forma de animal, especialmente las que tienen forma de paloma, esas no necesitan cola y se elevan fácilmente, también es diversión de toda la familia ver como uno de los integrantes de cada familia tiene más elevada una u otra cometa. Y para rematar el día de campo es normal ver a la gente almorzando en el pasto como mesa de comedor, ve uno de todo desde pollo completo, hasta carne, maduro, papa, de todo un poquito, de liquido gaseosa cola o colombiana, el sabor y el gusto por la tierra reflejada en la comida, en la ensalada y en gaseosa, esto es una de las tantas colombianadas de un día de domingo o del paseo de olla a la colombiana.
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