Definitivamente Rosalía es toda una institución en la familia Rentería, desde los abuelos paternos Antonio Temistocles Rentería Rentería y Bethsabé Triana Durán, pasando por sus hijos Rentería Triana en orden de nacimiento Marco Tulio, Rómulo, Narciso, Ana María, María Celmira, Asención, Alfonso, Manuel Salvador (mi padre), Luis y Jorge Augusto, todos y cada uno de ellos también en su momento tuvieron que ver directa o indirectamente con Rosalía, ella era no solo una parte importante en la familia sino que algunos incautos estaban convencidos que ella era tía, prima o hermana. En fín, en cualquiera de los casos anteriores, Rosalía que para ser honesto nunca le conocí familia excepto en alguna oportunidad conocí una sobrina que por cierto y a decir verdad tenía buena pinta y buen verbo, porque hablé con ella en un par de oportunidades. Pero hay que ser justo y lo digo con total orgullo, aunque para algunos sea descabellado pero yo con el mayor respeto que ella se merece la hubiese colocado sin vacilación en el árbol genealógico de la familia, no como la persona que en cierta forma servía a las mujeres de la familia sino como una persona importante e imprecindible de la familia.
Pero hablar de Rosalía y no nombrar el Almacen de Variedades de las Renterías en La Unión (Valle), es no recordar y pasar por alto en la historia. En ese Almacén no solo trabajaban las tías Renterías a cargo por esas épocas de mi padre y mi madre como gestores de la idea, sino nosotros los nietos, sobrinos y Rosalía que se movía en el Almacén como pez en el agua y donde también era parte activa en el negocio, para referirme al tema con total sabiduría, uno de los cargos que tenía dentro del Almacén era de asistente de la tía Celmira, porque cuando la tía Celmira no le halaba a hacer botones de tela y paño (razones de la época, imagino), su reemplazo ideal era Rosalía, que hacía botones a diestra y siniestra y con total propiedad, eso sí sin dejar de largo los que haceres de la casa.
Rosalía era la persona más importante para las casadas con hijos en esas épocas, porque era la nana ideal, leal, camelladora, tierna, graciosa, en el mejor sentido de la palabra una nana bacana. Para mi mamá Rosalía, era su compañera de labores, porque le ayudaba en todo, en los queaceres del hogar y con los hijos, por mi mamá que le decía Rosita cariñosamente, yo también le decía Rosita e inspiró este artículo. Chévere quienes la disfrutaron más tiempo y lástima los que nunca pudieron estar con ella y oír los cuentos y relatos de tantas cosas que por esas épocas sucedían en La Unión y que Rosita contaba con lujo de detalles y sin perder su gracia y su forma de ser.
Aunque yo cuando nací, de sus cuidados me tocó más bien poco porque duré poco tiempo en La Unión (Valle del Cauca) de donde Rosalía era también oriunda y en donde nacieron sus padres y sus familiares posteriores. Mis padres decidieron radicarse en la ciudad de Bogotá donde buscaron nuevas oportunidades de trabajo y hasta donde me acuerdo montaron un almacén de variedades réplica del Almacén de La Unión en la Calle 11 del centro de Bogotá.
Que me perdone Dios que es quien juzga y quién creo fielmente, pero por mi parte la incluí en los anales de la historia de la familia, en fotografia en compañía de tías, tíos y abuelos y más allá en el arbol genealógico. Claro que de fechas de nacimiento y de años de Rosalía, me perdonarán sus herederos y sus familiares cercanos, pero no recuerdo la fecha.
Algún día volveré a pasar por La Unión y me encontraré con Rosalía y quien quita conversaremos de los tiempos de antes y de como a cada uno nos ha cambiado la vida y que haberla conocido y compartido con ella, agradecerle por su esmero y sus cuidados y que a todos en alguna forma nos marcó favorablemente y somos agradecidos, como es mi caso y que con este escrito le rindo un homenaje.
Fuente: Familia Rentería-Garzón
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