El sábado en la tarde nos reunimos en familia hermanos, sobrinos, tías y tíos, cuñados, novias y novios, primos, primas. Nuevas amistades que llegan a la familia, en fín una cantidad de gente que tiene entre sí cosas comunes.
Aparte de ser una celebración con comida y bebidas era la reintegración de la familia por así decirlo, hacía como 1 año no nos veíamos ni departíamos y digamos que este día sirvió para el reencuentro.
La reunión fue agradable con algunas pequeñeces o pases de toda reunión, digo así abiertamente porque daba la sensación que algunas personas aunque estaban allí en cuerpo y alma se percibía un sinsabor, una sensación como si realmente no estuvieran, mejor dicho como que están pero no pero como que no están. Otros en cambio no asistieron pero tampoco hicieron falta.
Afortunadamente la reunión salió bien, pero quedó en el ambiente un sabor indescriptible, rodeado de demasiada amabilidad por así decirlo.
A veces las reuniones familiares tienen matices que hacen ver a las personas de diferente forma, algunos aunque estaban no estaban y otros más distraídos pasaron desapercibidos.
Personalmente hubo algo que no me pareció incorrecto, comentarios de algunos vecinos de la reunión un tanto desobligantes.
En fín como decían antes popularmente: Que bonita familia, pero que bonita.
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